Es una cabina compacta para lavar los bastidores serigráficos: ocupa solo 50 cm de fondo y 100 cm de frente, y permite trabajar cómodamente con bastidores de hasta 80×90 cm de tamaño.
Medidas de la cabina: 100 cm (ancho) x 170 cm (alto) x 50 cm (profundidad)
Por a su tamaño reducido también puede colocarse en los talleres pequeños.
Está fabricada completamente con acero inoxidable, y la parte trasera que admite la retroiluminación es de policarbonato blanco opalino de 5 mm de grosor.
La cabina se entrega desmontada y separada en dos embalajes, para limitar los gastos de transporte.
Se monta en pocos minutos siguiendo sencillas instrucciones de armado; las tres llaves necesarias están incluidas en el embalaje.
El tubo flexible de descarga es extensible y se puede conectar a un sistema de reciclaje de circuito cerrado para el tratamiento de las aguas.
La cabina de lavado admite la retroiluminación: no viene con luz para la iluminación posterior, sino que la parte trasera semitransparente permite la retroiluminación.
Para ello, es suficiente colocar en la pared, en coincidencia con la parte trasera de la cabina, una fuente de luz de cualquier tipo: un tubo de neón, una luz led, una bombilla, etc.
La retroiluminación facilita el control a contraluz del correcto revelado del bastidor, y la apertura de las líneas más delgadas del diseño gráfico.
La cabina cuenta con dos soportes de acero inoxidable que sostienen y sujetan el bastidor en distintas posiciones, para facilitar su lavado.
Esos mismos soportes también permiten utilizar el interior de la cabina para emulsionar los bastidores, con un mayor ahorro de espacio: es suficiente apoyar el bastidor entelado en los soportes, seleccionar la inclinación más apropiada y extender la emulsión, sosteniendo la cabina para emulsionar con ambas manos.
De esta forma, la operación se vuelve más sencilla para los serígrafos menos expertos.