En primer lugar, hay que tener en cuenta que la impresión por sublimación apenas sale de la impresora parece distinta de como se visualiza en el monitor. Esto sucede porque, más allá de la diferencia normal que existe entre la visualización en la pantalla y la hoja impresa, los colores para sublimación recién impresos tienden al magenta, según la tinta.

De todas formas, siempre es mejor trabajar en CMYK y luego hacer una prueba de impresión antes de la producción definitiva.

La principal diferencia entre CMYK y RGB reside en la cantidad de colores y en la intensidad de cada matiz. Con el método RGB los colores son más vivos y la gama de colores es mucho más amplia.

En cambio, el método CMYK tiene colores más apagados y una gama más reducida. Este método se utiliza habitualmente para la impresión en color.