En primer lugar, se debe tener en cuenta que la impresión por sublimación tiende a variar al magenta; por lo tanto, si el archivo no es completamente negro es posible que la diferencia se note más.

En cambio, la impresión esfumada depende de la prensa, cuando la presión no fue uniforme sobre todo el diseño: cuando se subliman tazas se debe prestar atención a que el diseño gráfico esté completamente cubierto por la prensa, para que pueda actuar de manera homogénea sobre la decoración.

En resumen, para transferir imágenes en tazas de cerámica usando la técnica de sublimación, se debe actuar de la siguiente manera:
Ajustar la prensa a 195/200°C durante unos 160/180 segundos.

Para la transferencia de la imagen a la taza se recomienda usar una cinta para altas temperaturas y colocarla sobre los lados exteriores de la imagen, dejando algunos milímetros para facilitar la operación.
Ejercer una presión media/alta.

Separar el soporte de papel en caliente o en frío.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que la impresión por sublimación apenas sale de la impresora parece distinta de como se visualiza en el monitor. Esto sucede porque, más allá de la diferencia normal que existe entre la visualización en la pantalla y la hoja impresa, los colores para sublimación recién impresos tienden al magenta, según la tinta.

De todas formas, siempre es mejor trabajar en CMYK y luego hacer una prueba de impresión antes de la producción definitiva.

La principal diferencia entre CMYK y RGB reside en la cantidad de colores y en la intensidad de cada matiz. Con el método RGB los colores son más vivos y la gama de colores es mucho más amplia.

En cambio, el método CMYK tiene colores más apagados y una gama más reducida. Este método se utiliza habitualmente para la impresión en color.