Cuando se trabaja con las tintas base agua, la mejor solución es la prevención: la tinta nunca debe secarse en el bastidor y se elimina cuando aún está fresca.

El retardante puede ser una ayuda, pero lo importante son la técnica de impresión y la rapidez del serígrafo.

De todas formas, para eliminar la tinta seca podemos usar una esponja abrasiva embebida en agua:  si bien quitará un poco de emulsión, con esto facilitaremos la función del líquido de recuperación.

Embebemos la esponja con agua y no con disolvente: el disolvente, con las tintas base agua, forma una pasta imposible de manejar.